Refrigeración limpia: Una responsabilidad colectiva para la acción

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La refrigeración es fundamental para la salud, la prosperidad y el medio ambiente.Es fundamental para nuestras infraestructuras industriales y de transporte, protege la seguridad y calidad de nuestros alimentos, medicamentos y medios de vida.A medida que el planeta se calienta, las personas más vulnerables suelen estar situadas en las zonas climáticas más cálidas y necesitarán refrigeración para protegerse.

Sin embargo, las tecnologías tradicionales de refrigeración son muy contaminantes.Consumen mucha energía y utilizan gases mucho más potentes que el CO2. En consecuencia, la refrigeración representa el 7 % de todos los gases de efecto invernadero.A medida que se extienda la prosperidad y aumenten las temperaturas globales, aumentará la demanda de refrigeración.Sin soluciones de refrigeración más limpias, estas emisiones aumentarán de 3,8-4,1 gigatoneladas de emisiones cada año a 18,8 gigatoneladas de CO2 en 2050.Esto equivale al 37 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en 2020.

Entonces, ¿corremos el riesgo de que nuestra necesidad de refrigeración caliente aún más el planeta?  
 

La refrigeración en pocas palabras: por qué la necesitamos

Debemos reconocer el papel de la refrigeración en la reducción de las emisiones derivadas del desperdicio de alimentos.La producción de alimentos representa el 26 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero.Sin embargo, un tercio de todos los alimentos producidos para el consumo humano – lo que equivale a 1300 millones de toneladas – se desperdicia cada año.De estas emisiones relacionadas con la alimentación, posiblemente una cuarta parte procede de alimentos no consumidos.Unas cadenas de frío más eficientes mantienen frescos los productos desde la granja hasta el supermercado.Un mayor acceso a la refrigeración podría ahorrar 475 millones de toneladas de residuos alimentarios y, con ello, las emisiones asociadas a una refrigeración insuficiente.

Además, la refrigeración puede contrarrestar el marchitamiento de las economías.Un informe de 2019 de la Organización Internacional del Trabajo predice que en 2030 se perderá entre un 2 % y un 5 % de las horas de trabajo al año debido al aumento de las temperaturas.Las altas temperaturas nocturnas agravan el estrés térmico y los problemas de salud, y no dan tregua al calor agobiante.Dado que se prevé que el Sur Global se enfrente a temperaturas peligrosamente altas, intervenciones como el aire acondicionado resultan esenciales para salvaguardar a los trabajadores al aire libre, así como a los de oficinas y fábricas.

Por último, a menudo se pasa por alto la importancia de la refrigeración en la transición energética.A medida que los países generan más energía renovable, las redes nacionales deben ser más flexibles.Aquí es donde entran en juego las soluciones de refrigeración.Las soluciones de refrigeración limpia no solo minimizan las emisiones relacionadas con la refrigeración, sino que, cuando se utilizan como acumulador de energía, también pueden aliviar la presión sobre las redes nacionales.
 

El papel que hay que desempeñar para acelerar las soluciones de refrigeración limpia    

En la actualidad, 1120 millones de personas de zonas rurales y urbanas pobres siguen expuestas a un alto riesgo de estrés térmico por falta de acceso a la refrigeración.Nuestra intención es que, para 2050, podamos ampliar el acceso a la refrigeración y, al mismo tiempo, cambiar a soluciones de refrigeración limpias.La refrigeración Net Zero puede lograrse centrándose en tres áreas de impacto:   

  • Enfriamiento pasivo,   
  • Equipos y electrodomésticos supereficientes y   
  • Refrigerantes con un potencial de calentamiento global ultrabajo y gases de espuma aislante.  

Obtenga más información sobre estas áreas de impacto y cómo deben ampliarse en nuestro informe "Ruta a la refrigeración Net Zero".

Los fabricantes de equipos de refrigeración y refrigerantes están dando pasos de gigante en el desarrollo de tecnologías de refrigeración más limpias.Pero están experimentando vientos en contra externos que ralentizan sus esfuerzos hacia Net Zero.Para superar estas barreras, necesitamos que todos desempeñen su papel en la minimización de las emisiones de la refrigeración, empezando por políticas de refrigeración sostenibles, inversiones y una mayor colaboración entre las empresas energéticas y los innovadores.

150 países, incluidos Estados Unidos, Chile, Indonesia y Senegal, han firmado la Enmienda de Kigali, un acuerdo destinado a reducir los hidrofluorocarburos (HFC). Esta importante medida podría reducir el calentamiento global en 0,5 ºC para 2100.Instamos a los 43 países restantes, que aún no lo han firmado, a que ratifiquen este acuerdo.Al fin y al cabo, los responsables políticos tienen la clave para promover tecnologías de refrigeración sostenibles y limpias.A través de políticas y normativas, los gobiernos pueden desbloquear el acceso a refrigerantes de bajo potencial de calentamiento global, permitiendo a los fabricantes de equipos desplegar productos respetuosos con el clima.

Los países asiáticos y africanos han tomado la iniciativa en la creación de planes de acción de enfriamiento como parte de sus contribuciones determinadas a nivel nacional.Cuando pongan en marcha estos planes, también deberían explorar la ventaja adicional de utilizar la refrigeración como almacenamiento de energía en frío.

Las instituciones financieras y los inversores pueden acelerar el despliegue de la innovación en refrigeración aportando fondos para bonos verdes o vinculados a la sostenibilidad.Pueden ayudar a los fabricantes de refrigeración a construir o modernizar fábricas para producir soluciones de refrigeración innovadoras y limpias.A medida que crezca la demanda de tecnologías de refrigeración limpias, el flujo de capital adicional puede fomentar su expansión.Esto las convierte en una opción atractiva para las carteras ASG. 

Lea nuestra historia de impacto en WWF

Lea la ruta de acción climática para la refrigeración NEt Zero