Cero emisiones netas: Una ambición para la que todavía no hemos acordado una definición

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Burnavy Canada

En este año, la popularidad de los objetivos de cero emisiones netas ha aumentado enormemente. Tanto las empresas como los gobiernos se han ido sumando a la ambición de llegar a cero emisiones netas. 

Por ejemplo, en junio de este año, el Pacto Mundial de la ONU (UN Global Compact), We Mean Business Coalition y la iniciativa Science Based Targets (SBTi) lanzaron una llamada a la acción para que las empresas privadas alinearan sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con la limitación del aumento de la temperatura mundial a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales o de establecer una meta pública de llegar a cero emisiones netas para el año 2050. Hasta la fecha, 104 empresas se han comprometido con esta campaña Business Ambition for 1.5ºC

Por ello, en septiembre, durante la cumbre sobre la acción climática de la ONU (UN Climate Action Summit) celebrada en Nueva York, se anunció el lanzamiento de la Alianza para la ambición por el clima (Climate Ambition Alliance), que congrega a 59 naciones que están impulsando acciones para presentar versiones más ambiciosas de las Contribuciones determinadas a nivel nacional (Nationally Determined Contributions) (CDN) para el año 2020, 11 estados que ya han iniciado un proceso interno para que su aspiración sea más contundente, además de 65 países y la UE, 10 regiones, 102 ciudades, 93 empresas y 12 inversores, todos ellos trabajando para lograr las cero emisiones netas para el año 2050. 

La expresión "cero emisiones netas" también ha proliferado en los medios y, al mismo tiempo, en los debates políticos, corporativos y académicos. 

Una de las razones de la popularidad de los objetivos de cero emisiones netas es que la propia expresión implica una promesa de actuar contundente, reconociendo abiertamente la necesidad de detener las emisiones mundiales, y a la que muchos consideran como distintivo de liderazgo climático. En un momento de emergencia climática, en el que la población exige cada vez más que se tomen medidas más urgentes con respecto al cambio climático, las fechas previstas para lograr las cero emisiones netas han pasado a ser un nuevo indicador de la ambición climática. 

Pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de cero emisiones netas en el sector corporativo? ¿La definición de cero emisiones netas de una empresa es la misma que la de otra?  

Una definición práctica 

A diferencia de otras expresiones como "neutro en carbono", no hay una definición universalmente aceptada de lo que constituyen las emisiones netas iguales a cero. Sin embargo, puede que esto esté por cambiar. En septiembre, la SBTi publicó un documento de debate – ‘Towards a science-based approach to climate neutrality in the corporate sector’ – que contiene una definición práctica de cero emisiones netas para orientar los objetivos corporativos de cero emisiones. La SBTi se propone incorporar los comentarios de las partes interesadas en la próxima versión de la definición, principios y proyecto de pautas que espera publicar en la Cumbre del Clima COP25 en Madrid el mes que viene. 

El documento describe que llegar a cero emisiones netas para una empresa significan «alcanzar un estado en el que las actividades efectuadas dentro de la cadena de valor de una empresa no causen ningún impacto neto en el clima debido a emisiones de gases de efecto invernadero. Este objetivo se logra mediante la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de la cadena de valor, de acuerdo con las trayectorias de 1,5 °C, y al equilibrar el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero restantes con un número apropiado de remociones de carbono». 

Nuestras principales recomendaciones 

Aunque es alentador observar los esfuerzos por definir esta expresión tan utilizada, es vital que la versión final de la definición, los principios y las pautas sean lo más contundentes posibles para que los objetivos de cero emisiones netas puedan cumplir lo que prometen. 

En nuestra opinión, se necesitará un enfoque más taxativo, que indique con claridad qué métodos de remoción de gases de efecto invernadero (greenhouse gas removal (GGR)) se permitirían llegar a cero emisiones netas y cuándo sería legítimo su uso. De hecho, creemos que las consideraciones siguientes son fundamentales para que los objetivos de llegar a cero emisiones netas sean significativos y creíbles: 

  • Distinciones entre las definiciones más importantes: de entre la multitud de expresiones relacionadas, como "huella de carbono cero" e "impacto neto positivo", las distinciones más útiles son las que pueden realizarse entre "cero emisiones netas" y "neutralidad de carbono", esta última definida por la norma PAS 2060: 

- La norma PAS 2060 permite la neutralización de emisiones, mientras que las cero emisiones netas solo autorizan algunas formas específicas de remoción de gases de efecto invernadero en casos concretos.

- La norma PAS 2060 impone un plan de reducción de las emisiones de carbono (aunque no prescribe ningún nivel de ambición en particular), mientras que las cero emisiones netas requieren un objetivo de reducción en línea con el objetivo de la iniciativa Science-Based Target de 1,5 °C.

  • La relación entre reducciones y remociones: Las emisiones deben reducirse al máximo posible antes de que las emisiones residuales puedan compensarse mediante la GGR. Este ha sido siempre uno de los principios fundamentales de la neutralización responsable. Inevitablemente, a algunos sectores como el de la aviación, les resultará más difícil reducir sus emisiones y, por ello, necesitarán una mayor proporción de remociones. Estas emisiones ciertamente "difíciles de descarbonizar" deben definirse.
  • Los métodos de GGR: La compensación de las emisiones deberá limitarse únicamente a métodos certificados de GGR para tener certeza de que el carbono se ha secuestrado de manera permanente. Se observa que algunos GGR son más fiables que otros. El informe de la Royal Society de 2018 en materia de remoción de los gases de efecto invernadero analiza opciones de GGR, entre las que se incluyen la forestación a gran escala, el biocarbón, la bioenergía con captura y almacenamiento de dióxido de carbono (bioenergy with carbon dioxide capture and storage (BECCS)), la captura directa de dióxido de carbono del aire y almacenamiento (direct air carbon dioxide capture and storage (DACCS)) y la meteorización reforzada. No obstante, el informe especial del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC)) sobre el Calentamiento Global de 1,5 ºC (Global Warming of 1.5ᵒC) enfatizó que por lo general el almacenamiento geológico dura más que el almacenamiento biogénico. Estos factores deben tomarse en cuenta a la hora de determinar qué opciones de GGR son apropiadas para compensar las emisiones. 
  • Límites físicos: Aunque podría tener sentido que un país generara las remociones dentro de sus propias fronteras (como ha propuesto Costa Rica como parte de su objetivo de cero emisiones netas), no es práctico esperar que la gran mayoría de empresas efectúe remociones dentro de sus propias cadenas de valor. En cambio, prevemos que en el futuro las empresas podrán adquirir certificados de GGR del mismo modo que actualmente pueden adquirir Certificados de energía renovable (Renewable Energy Certificates) y Garantías de origen (Guarantees of Origin) para la electricidad.  
  • Trayectoria a recorrer: Un objetivo ambicioso de cero emisiones netas debe considerar la fecha prevista para alcanzar las cero emisiones netas y, lo que es igual de importante, la trayectoria para minimizar las emisiones acumuladas a lo largo del camino. De allí surge la necesidad de imponer una trayectoria de objetivos fundamentados en la ciencia con capacidad de expansión para apoyar el objetivo de cero emisiones netas. 
  • Trayectoria de modelo de negocios: Es esencial avanzar hacia un modelo de negocios futuro apropiado para atenuar los riesgos de la transición. Por ejemplo, descubrir una manera de producir medios de transporte con un motor de combustión interna con cero emisiones netas con GGR no se consideraría una solución cuando la sociedad se está decantando hacia el transporte con bajo nivel de emisiones por medio de la electrificación y otros métodos. 
  • Límites contables: Podría ser necesario tratar las emisiones de alcance 1 y 2 de manera diferente que a las emisiones de alcance 3 con fines de contabilización. Por ejemplo, podría aplicarse un sistema de certificación de GGR internacional a las emisiones de alcance 3, pero podría ser más apropiado que las emisiones residuales de alcance 1 y 2 sean tratadas a escala local. 
  • Normalización: Es necesario adoptar normas de contabilización que sean generalmente aceptadas y un sistema consensuado de verificación y certificación de las GGR.

Basándonos en estos aspectos, proponemos la siguiente definición de empresa con cero emisiones netas: 

Una empresa con cero emisiones netas establecerá y aplicará una reducción ambiciosa alineada con un objetivo de la iniciativa Science-Based Target de 1,5 ºC para todas las emisiones de su cadena de valor. Las emisiones de difícil descarbonización pueden compensarse a través de la remoción de gases de efecto invernadero certificada. 

Las cero emisiones netas son verdaderamente una meta viable y deseable para las empresas, siempre que exijan un objetivo de reducción alineado con la iniciativa Science-Based Target de 1,5 ºC y se limiten a las GGR especificadas. 

Tenemos la oportunidad de asegurarnos de que así sea y, al hacerlo, estaremos garantizando que el entusiasmo actual por los objetivos de cero emisiones netas se traduzcan en resultados significativos para el planeta. 

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